El contacto directo con la música a través del aprendizaje de un instrumento es una de las actividades más enriquecedoras que existen para el ser humano sea cual sea su edad. La música no sólo activa la mente y la creatividad sino que además fomenta la constancia y disciplina, incrementa la confianza en uno mismo e incluso reduce el estrés.
Entendemos que cada persona tiene unas características personales y laborales concretas a la vez que cada persona parte de un nivel totalmente diferente. Ofrecemos para ello una metodología individualizada, para que la motivación del alumno sea el eje central de la formación. Abarcamos todos los niveles, desde la iniciación hasta la enseñanza profesional, ofreciendo la preparación opcional para pruebas de acceso a la enseñanza profesional en conservatorios o para los exámenes de la Associated Board of the Royal Schools of Music (ABRSM)